sábado, 1 de febrero de 2014

Fernanda Alcócer es una administradora de empresas y modelo que sorprende por su gran talento

Fernanda Alcócer es una administradora de empresas y modelo que sorprende por su gran talento, actitud y espontaneidad frente a las cámaras, similares a los de la mediática modelo británica Cara Delevigne, pero en versión boliviana.

Pese a su formación profesional, Fernanda, de 25 años, incursionó en el mundo de la moda a través de un programa de intercambio que la llevó a trabajar durante seis meses junto al diseñador estadounidense Prabal Gurung, que vistió a grandes celebridades como Sandra Bullock, y cuyos diseños han ilustrado portadas de la revista Vogue.
¿Recordás la película El diablo viste a la moda? Pues la historia de Anne Hathaway se convirtió en la de una cruceña en Nueva York.

¿Cómo es vivir en la zona bohemia de Nueva York?
Nueva York no es para cualquier persona, hay que tener mucha actitud. Y creo que yo me sentí en casa.

Como sos amante de la moda, ¿me imagino que te trajiste algunas prendas de diseñadores?
¡Sí, tengo varias maletas! (Risas)
¿Por qué te fuiste a Nueva York?
Siempre fue mi sueño. No estaba lista para hacer un máster en Administración de empresas y un día califiqué para un programa de intercambio.

¿Así fue que llegaste a trabajar con Prabal Gurung?
Sí, fue una gran oportunidad.

¿Qué requisitos tuviste que cumplir para calificar para este programa?
No son muchos; llenar formularios en los que tenés que decir por qué querés ir. Además es requisito indispensable dominar el inglés y hablar bien en las entrevistas que te realizan vía Skype.

La frase ‘la becaria de la moda’ ¿va con vos?
No sé, pero me considero afortunada por haber estado entre las personas que mueven el mundo a través de la moda. Aquellas imágenes que muestran a las grandes modelos luciendo lo último en tendencias, yo las vi en vivo y en directo.

¿Cómo fue tu experiencia con la moda desde allá?
Lo que muestra la película El diablo viste a la moda es exactamente lo mismo que viví. Este mundo es una locura, intenso y competitivo. Mi trabajo para Prabal fue como relacionista pública y eso implicó mandar propuestas de sus diseños a celebridades como Alison Williams. También trabajé desde el primer momento en el montaje de su instalación la Semana de la Moda de Nueva York.

Actualmente muchos diseñadores que participan de la Semana de la moda optan por presentar sus colecciones en instalaciones propias, dentro del evento...
Sí, muchos quieren salir del Lincoln Center para montar sus instalaciones y así lograr que sus colecciones se luzcan.

Eso está como para aplicarlo en el Bolivia Moda...
Sí, totalmente.

¿Te animarías a comandar algo así?
Claro que sí, pero eso no depende mucho de mí.

Detrás de la moda hay un trabajo titánico. Vos, ¿cómo te diste cuenta de eso?
Lo comprobé durante el Fashion Week porque aparte del trabajo con Prabal me relacioné con una empresa (Psa Creative), una de las productoras de la moda, y gracias a ello vi a sus funcionarios trabajar 24 horas al día en el armado de la tarima. Asimismo, durante el evento tenían que cambiar los escenarios y las gráficas, es un ‘trabajito’ aparte. Para que se imaginen, a veces ni se dan por enterados qué diseñador usó cada escenario.
Los desórdenes alimenticios, las fiestas y las drogas están muy ligados a esta industria. Modelos y diseñadores han perdido sus carreras e incluso la vida...
Hay que entender algo, la industria de la moda es fría y calculadora. No hay un ambiente para nada amigable y por eso no sé si es algo en lo que yo trabajaría, pese a que me gusta mucho.

¿Hubo algo que te marcó para asegurar esto?
Creo que no hay algo alarmante. Como en todo tenés que empezar desde cero. En Nueva York hay mucha competencia, pero insisto en que yo trabajé en lo que me gusta y todo lo aprendido lo puse a mi favor.

Nos contaste que tu viaje a Nueva York fue para decidir si te dedicarías a la Administración o a la moda, ¿Ya elegiste?
Creo que más bien me abrió un mundo de oportunidades. Pero lo que tengo claro es que quiero ser mi propia jefa.

Recién llegaste a Santa Cruz. ¿A qué te estás dedicando actualmente?
Sigo trabajando con la gente de Nueva York, pero aquí estoy apoyando a la marca Yvera en lo referente a mercadeo.
Además, como viví de cerca el antes, durante y después de un fashion week, me nació la idea de lanzar una colección, aunque aún me falta mucho porque no soy diseñadora. Con este fin fue que junto a Mirko Mladic y Andrea Gasser estamos comercializando en Santa Cruz camisetas gráficas, estilo ‘ice tees’, una parodia de las marcas grandes que están muy de moda en EEUU.

He visto en Facebook los ‘selfies’ de Claudia Mercado, de Andrea Herrera, y de otras figuras del medio usando tus camisetas...
Así es. Es una estrategia de márquetin, en la que se elige a las personas que van con esta moda y se las hacemos llegar.

¿Pensás tener otro tipo de prenda con este estilo?
Claro que sí. Las primeras camisetas en su mayoría son blancas porque sé que es una prenda básica e indispensable en el armario de cualquier persona.
Por otra parte, pensando en aquellos que gustan de vestir con tonos intensos vamos a lanzar poleras y tops en otros colores y con mensajes personalizados.

¿Quién ve el tema del diseño?
Es Mirko Mladic.

Sabemos que además de tu socio es tu novio...
¡Sí! (Risas). Pese a la distancia, él se daba formas para ir a visitarme y que así podamos vernos.

¿Cuál es tu estilo para vestir?
Me gustan los cortes simples, en una paleta de negros y grises

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