sábado, 12 de abril de 2014

LILIBETH QUIROGA. Maestra del estilo y del buen gusto

Quien conoce a Lilibeth Quiroga (48), sabe que su nombre es sinónimo de elegancia y distinción, cualidades que desde 2011 la impulsaron a brindar asesoramiento personalizado en imagen, etiqueta y protocolo en su domicilio, donde nos recibió para conversar sobre la importancia de una buena imagen, además de compartir algunos tips de moda para la temporada de otoño - invierno.

¿Cómo surgió la idea de ser asesora de imagen y enseñar etiqueta y protocolo?
Santa Cruz es una ciudad que ha crecido muy rápido y existe una sociedad emergente que está ávida de aprender, de sentirse más segura a la hora de desenvolverse, de viajar, etc, así que tomando mi experiencia en Japón cuando trabajaba en la Red Nacional de Televisión, donde compartí con gente experta en asesoría de imagen, fue que decidí innovar en ese campo en Santa Cruz y complementarlo con clases de etiqueta y protocolo.

¿Es rentable dar este tipo de cursos en Santa Cruz?
Me va muy bien gracias a Dios, y la gente aquí es muy receptiva. Me he tenido que adaptar al mercado de a poco, ya que mi idea era dar cursos personalizados a señoras, pero las mamás querían que sus hijas aprendieran lo mismo que ellas habían experimentado. También estoy trabajando con personal de bancos y transnacionales que quieren ver reflejada la imagen de su empresa en su personal.

¿No te tentaron para hacer un programa de moda en la televisión?
Me han hablado para ser parte de diferentes programas, pero el asesoramiento de imagen es muy personal y como existen diferentes tipos de mujer, es muy complicado abarcar con cada una de ellas en un programa.

¿Dónde aprendiste sobre moda?
Aprendí bastante en los viajes que hice, desde pequeña descubrí que existe un estilo para cada persona, y los tres años que mi esposo, Joaquín Dabdoub, fue embajador de Bolivia en Japón (2004 - 2007), me ampliaron la visión sobre la moda.

¿Cuán importante es la imagen de una persona?
Es nuestra carta de presentación y dice mucho de nosotros mismos. No es necesario tener un vestido caro y una superproducción para llamar la atención, pero sí buen gusto y actitud.

Pero si ponemos en una balanza a dos mujeres, una con buen gusto para vestir y otra con buen manejo de etiqueta y protocolo, ¿cuál pesa más?
¡Capciosa esa pregunta! Ambas son importantes, porque una cosa viene acompañada de la otra. Una mujer no puede ser elegante si no tiene buenos modales.

¿Creés que Santa Cruz está a la vanguardia en moda y en modales con las grandes ciudades del mundo?
En el tema de moda, creo que al cruceño en general le gusta vestir con lo último y se deja guiar por los grandes diseñadores; sin embargo, en el tema de educación nos falta ser más respetuosos los unos con los otros, debemos aprender a respetar las filas y a botar la basura en lugares designados para ello. Nos manejamos bajo la ley del más fuerte. Si supiéramos comportarnos, seríamos una mejor ciudad.

¿Cómo ves a los diseñadores locales?
Sin dar nombres, tenemos diseñadoras muy creativas, pero como las clientas vemos las tendencias de afuera, entonces no las dejamos crear como ellas quisieran.

Por el clima cálido, en la ciudad apenas se siente la temporada de otoño-invierno ¿cómo pueden estar a la moda las cruceñas?
Con un buen par de botas, una falda tubo, un pantalón negro cigarret, nunca van a pasar de moda ¡pero cigarret!, no calza, porque son de muy mal gusto, son para el gimnasio y nada más. Un buen abrigo de baby alpaca es imprescindible para pasar el invierno siempre elegante, además llama la atención en cualquier parte del mundo ya que la alpaca es un material exótico

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