Bruna
Mariano (21). Una sexy estudiante de medicina. Hace 5 años que vive en
el país, ha sido parte del staff de modelos de Ronaldo Wellington y el
modelaje le permitió conocer Bolivia. Fue candidata a Azafata EL DEBER
2014. Una vez que concluya sus estudios universitarios volverá a su
natal estado de Rondonia, donde nació, y ahí ejercerá su profesión.
Contó que aquí hizo realidad parte de su sueño en las pasarelas, ya que
en su tierra no había academias de modelaje.
Llegaron al país con un objetivo, estudiar, pero gracias a su belleza y a su personalidad arrasadora, se abrieron camino en el modelaje.
Dicen
que no hay misterio para hacer carrera en el oficio, y la respuesta
está en sus atributos. Medio mundo sabe que las brasileñas se
caracterizan por una genética fenomenal que las hace destacarse
físicamente, sobre todo en la parte de las piernas y la cola. A esto hay
que agregar el carisma y calidez tan típicos de los oriundos del vecino
país, que les duplica la posibilidad de ser sexys.
Las cuatro chicas de estas páginas trabajan y disfrutan de las pasarelas y de los flashes, solventando con esto su carrera profesional. Es que tienen claro a qué vinieron
Thayline
Sara Oliveira Pereira (26). “El modelaje surgió de repente” .
Proveniente de Minas Gerais, llegó al país el 2011. Gracias a su gran
estatura las empresas pusieron sus ojos en ella; debutó el año pasado en
la Expocruz. Las fotos publicitarias le gustan más que las pasarelas.
Está en el noveno semestre de Medicina y se especializará en
dermatología. Confesó que extraña su país, por eso, con título en mano,
retornará dentro de dos años.
Gabriela Suárez Leite (27). Una brasileña que ama Puerto Suárez.
Esta abogada nació en Goiânia y de pequeña vivió en Puerto Suárez.
Habitar en una zona fronteriza hizo que conserve sus raíces brasileñas.
Empezó hace cuatro años en el modelaje, como azafata de la Expocruz.
“La manera extrovertida del trato brasileño hace sobresalir en
diferentes escenarios”, señaló.
Pámela Mendouça (26). Abogada, comunicadora y va por más.
Es
del sur de Brasil, lleva nueve años ligada al modelaje, siendo muy
requerida por el sector automotriz. Su personalidad la ha llevado a
viajar con las empresas por Bolivia y también a Guatemala, Argentina y
Panamá. Sus proyectos por ahora van orientados a hacer un curso en Miami
para diseñar su propia marca de zapatos, su gran debilidad.
“La sensualidad de las brasileñas es muy notable en cualquier lugar y ayuda bastante a incursionar en el modelaje”, asegura.
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