El diseñador Gustavo García Trujillo acaba de participar en el Encuentro Latinoamericano de Diseñadores (ELDI) celebrado en Venezuela y comparte con ECOS una parte de la colección que presentó en aquel país caribeño. Además, el chuquisaqueño se refiere a su nueva experiencia internacional, con trasfondo social.
La ciudad de El Vigía, en el estado de Mérida, Venezuela, fue escenario de este desfile que tiene como objetivo el de convocar a jóvenes modelos víctimas de bullying para, de esta forma, ayudarles a formar su personalidad y elevar su autoestima.
García Trujillo considera que actividades como esta, con un fin social y cultural, deberían ser replicadas en más países porque el bullying es una problemática crónica que está instalada en la sociedad, con nefastas consecuencias para las víctimas.
En su criterio, la moda en Bolivia debe ir de la mano con la concientización de distintos temas sociales, tal cual se hace en otros países como Estados Unidos donde, por ejemplo, el The Heart Truth Red Dress Show —que se celebra dentro del FashionWeek de Nueva York— ayuda a concientizar sobre enfermedades coronarias, diversas afecciones que padecen mujeres adultas o con alto grado de vulnerabilidad a enfermedades cardiacas.
“Creo que en un futuro en Bolivia se deberían replicar este tipo de eventos tomando la violencia de género, el bullying, el uso indiscriminado de recursos naturales, etc., como temas a tratar y concientizar”, enfatiza.
García Trujillo compartió pasarela con diseñadores venezolanos como Mariana Arellano, Juan Ignacio Ormeño y Romario Guerra, además de colegas de Colombia, Brasil y Ecuador.
La colección
Tal como se puede apreciar en esta exclusiva sesión de fotos para PRÊT-À-PORTER, la colección del diseñador sucrense está inspirada en las sombras y los reflejos sobre diferentes superficies y texturas. Una tendencia denominada “normcore”, en referencia a las prendas de uso diario: poleras, jeans, chaquetas, etc., con toques sobrios, nada extravagantes. Otra característica: sus detalles que facilitan el combinado con vestimenta que ya se tiene en el ropero.
Los cortes son clásicos pero la mezcla de texturas y colores salen de lo común, aún manteniendo la mencionada sobriedad.
Se advierte también lo moderno y el sello de marca del diseñador en el manejo del color, superponiendo sobre todo negros, blancos y grises. Esta es una colección que sucede naturalmente a la Otoño-Invierno 2015, que García Trujillo presentó en “Iconoclasta 2014”, ahora, incursionando en la prenda masculina.
Concretamente, su oferta está dirigida tanto al joven universitario como al profesional que quiere mostrar un estilo semisport en lugar de vestirse totalmente formal. Así, se mezcla lo deportivo con toques sobrios en colores, estampados geométricos y, por sobre todo, la comodidad, que es característica del estilo de este diseñador.
“Hoy en día está muy de moda la ropa barata y que se reemplaza fácilmente, fastfashion. Pero prefiero que con mis prendas el hombre boliviano pueda adquirir diseño, una prenda de calidad que le dure bastante tiempo y que pueda usarla siempre a un precio justo y que al mismo tiempo justifique el pagar más que una polera descartable, muy barata, que dura poco”, explica García Trujillo a ECOS.
Nuevo atelier
Para este año, García Trujillo tiene proyectada la inauguración de su atelier en la zona de Sopocachi, donde reside actualmente, así como también una tienda en la Zona Sur, ambas en La Paz. Al mismo tiempo, busca encontrar un espacio de venta en Sucre y participar en desfiles a nivel nacional.
“Como buen sucrense, quiero ofrecer esa opción de vestir diferente a mujeres y hombres de mi ciudad y, con eso, completar la transición de diseñador independiente a marca de diseño, tanto en La Paz como en Sucre”, finaliza.
