jueves, 14 de enero de 2016

Las camisas son las anfitrionas de la temporada



Este año, las vidrieras y los catálogos, los diseñadores de moda y las marcas tienen un denominador común: los kimonos modernos y las camisas abiertas, para acompañar diferentes tenidas.

Las posibilidades de combinación con estas camisas anchas, muy anchas o largas, muy largas son múltiples. Estas prendas ofrecen una ventaja que es la comodidad, además de la versatilidad y adaptabilidad a todos los tipos de cuerpos femeninos.

Las blusas largas hasta los tobillos están reservadas para las más altas y estilizadas, aunque sirven de abrigo para las medianas. También pueden complementar una muda para una salida de noche en blanco o negro o para reuniones de trabajo.

Las camisas y blusas cortas y anchas quedan bien en todas las figuras. Son ideales para usar con pantalones o faldas. Con un poco de ingenio, además, pueden incorporarse al guardarropa para disimular las caderas anchas y los brazos menos tonificados. Y si tienes un cuerpo hiperentrenado, estas prendas ayudan a suavizar las líneas de los músculos y logran un aire más femenino.

En cuanto a los estampados, vienen floreadas y a rayas, y las texturas como broderie o hilo. Una regla para elegirlos: los dibujos más llamativos están recomendados para cuerpos grandes.

¿Cómo combinarlas? Para el día van perfecto con calzas, faldas lápiz, jeans, shorts y musculosas. De noche, con minivestidos o monos (enterizos). Para ir a trabajar, los modelos a las caderas y oscuros reemplazan al blazer clásico.

Un dato extra: siempre llevarlas abiertas, sin lazos ni cinturones.


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