lunes, 27 de junio de 2016

A Nágera Nacif se la puede describir como una mujer fuerte

A Nágera Nacif se la puede describir como una mujer fuerte, que ni el mayor de los tornados la derrumba y si en un momento de flaqueza cae, sabe cómo ponerse de pie rápidamente, algo que muy bien heredaron sus tres hijas. Hace casi un año, la vida de la diseñadora en cuero dio un giro rotundo, el motivo fue la enfermedad de su hija Zahira Rodríguez (11), a la cual hace cuatro años la diagnosticaron una diabetes insípida y a raíz de ello hace unos meses este mal estaba dañando la hipófisis del cerebro de la pequeña.

Un avión y un hospital se convirtieron en el hogar de ambas, ya que los tratamientos de Zahira se realizaban en Brasil. "Nunca le mostré debilidad a mi hija y nunca lloré frente a ella, siempre le di fuerza y sin embargo la que me daba fuerzas era mi propia hija, es una niña valiente y madura", confesó Nágera con lágrimas en los ojos al recordar este duro episodio en su vida.

Fueron momentos difíciles lo que pasaron y que ahora tan solo quedan en el recuerdo y como una lección de vida y de fe. Ella afirma que esos meses duros por los que atravesaron la acercaron aún más al Señor y toda la familia pidió de corazón por la salud de la niña que ahora está completamente sana, demostrando que Dios hace milagros. "Me arrodillé y le pedí al Señor que no se la lleve a mi hija, que él no me la dio para quitármela, yo tenía una corazonada que ella se sanaría y así fue", contó.

Madre e hija valientes. Nágera cuenta que la diabetes que padecía Zahira se controlaba con hormonas y que todo cambió cuando vio que su hija estaba hinchada y acudió a especialistas en Brasil, donde le dijeron del problema en el cerebro y que por tal motivo la debían operar, pero lastimosamente no lograron controlar el mal porque esa parte era muy delicada. A raíz de ello le deberían hacer cuatro quimioterapia y radioterapias. "No era un cáncer, nunca fue cáncer, la gente cree que porque no tienen cabellos las personas sufren de cáncer y eso es totalmente errado. Las quimioterapias se hicieron tan solo para prevenir cualquier cosa", remarca Nacif.

Con tan solo 11 años, Zahira supo sobrellevar estos procedimientos y se portó como toda una guerrera, lo que sorprendió a quienes la conocen, ya que a pesar de su edad ella demostró ser una jovencita fuerte y de carácter. "Yo nunca le conté a ella lo que iban a hacer, fue paso a paso y ella lo supo aceptar muy bien. El Señor nos dio mucha fortaleza y sabiduría". La compañera de batalla de Nágera fue su madre, que no la dejó ni un solo instante sola ni a ella ni a su nieta. "Mi mamá es mi pilar fundamental y mi fortaleza son mis padres, les agradezco por tanto apoyo".

La fe lo puede todo. Fueron horas, días y meses de sufrimiento pero el mejor aliado de Nágera para esos momentos fue su Biblia, la fe y la oración. Ella confiesa que si las personas tienen fe por lo menos del tamaño de un grano de mostaza, se pueden mover montañas. Ella nunca le cuestionó al Señor por la enfermedad de su hija, más bien agradeció la prueba de vida que le puso. "Al principio fue duro, porque tengo tres hijas, no tengo una pareja y sabía que dos de ellas se iban a quedar solas, pero gracias a Dios mi familia me ayudó demasiado con ellas, que hasta diplomas sacaban en el colegio, el Señor me las guardó a las tres", señaló.

Una enseñanza de fortaleza que le dio Zahira a su mamá y abuela, fue que ella nunca se sintió enferma, siempre decía que estaba sana y que nunca le digan que estaba mal. "El poder de la palabra es poderoso, por eso yo siempre dije que el Señor me la mandó sana y que él me la tenía que devolver sana".

Un lindo mensaje. Nágera le dice a las personas que están pasando momentos difíciles o enfermedades complicadas, que tengan fe y que no se olviden de Dios, porque son procesos que pasan en la vida y estas son pruebas. "Él es el dueño de nuestras vidas y los hijos son prestados. Yo descansé en el Señor, decía que todo lo que tenía que hacer lo había hecho, la llevé a los mejores médicos y ahora él decide si vive o no, pero que no me la haga sufrir".

Nunca usó peluca. Aparte de ser linda Zahira es muy inteligente y de buen corazón. Ella perdió el cabello, lo cual hizo que su mamá le haga pelucas, le compré una infinidad de gorros, hasta una campaña en la tienda NN se hizo con pañuelos para la cabeza, pero siempre se rehusó a usar cualquier accesorio que tape su cabeza. Ahora todo lo que tenía guardado lo ha regalado a niños que han perdido el cabello y las pelucas tiene planeado llevarlas al Oncológico con el fin de que otras niñas las utilicen. "Zahira nunca quiso usar nada, hasta cuando íbamos a la playa ella no tenía vergüenza y no se ponía ni un solo gorro, es admirable su fortaleza", manifestó Nágera.

Ahora disfruta de sus tres amores. La dama cuenta ahora está "feliz", con sus hijas sanas, con su familia más unida que nunca y con muchas sorpresas para su tienda que en el mes de septiembre reinaugurará con novedades en cuestión de diseños de accesorios y carteras. "Cuando estaba en Brasil me puse a diseñar y todos los bocetos los mandaba aquí para que lo hagan, gracias a Dios tengo personas espectaculares que estuvieron a cargo de la tienda, la cual está en plena remodelación". Justo este fin de semana y por cinco días ella estará de viaje en Brasil, donde asistirá a unos seminarios en cuero, con el fin de estar a la vanguardia en moda y traer lo mejor para las mujeres cruceñas.

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