lunes, 23 de enero de 2017

Caporales San Simón Sucre, Valeria Poppe, reina de la mencionada confraternidad y Mónica Pérez.



La hermosa Casa Rodríguez, una de las pocas de Sucre que conservan la exquisitez de muebles de estilo, sirvió de escenario para una sesión de fotos con dos representativas integrantes de los Caporales San Simón Sucre, Valeria Poppe, reina de la mencionada confraternidad y Mónica Pérez.

Bajo el lente de Joaquín Durán, ellas posaron en el balcón Art Nouveau, como también en el antiguo comedor renacentista que debe ser el más grande de Bolivia de esas características con capacidad para 36 comensales. Tienen fotos en las galerías con pilares neoclásicos y rasgos coloniales que complementan el estilo ecléctico de la vivienda, así como en la sala con arcos forrados con pan de oro.

El salón ha tenido refacciones y remodelaciones manteniendo siempre el estilo. Fueron unidos tres ambientes para crear una sola estancia que abarca todo el ancho de la casa ubicada en la calle Nicolás Ortiz, esquina Dalence. Entre los interventores estuvieron por ejemplo expertos de la Escuela Taller Sucre, como también Sonia Ávila de Pascual, Hugo Gómez e Inés Querejazu.

Los muebles en cambio son los mismos que un día compró Luis Rodríguez Argandoña, el abuelo de la gastrónoma chuquisaqueña, Rosario Rodríguez, quien hace notar que los mismos fueron traídos desde Europa en barco y luego trasladados desde la costa marítima a Sucre sobre lomo de mula. Los más destacados son los muebles de gobelino estilo Luis XV.

“Es una pena decir que la mayoría de las casas de Sucre , por la crisis, han tenido que vender sus muebles que son joyas preciosas, los cuales han salido hacia otros Departamentos y a otros países”, dijo Rodríguez.

La colección de muebles de la casa, representa un tercio de la totalidad que el abuelo Rodríguez Argandoña heredó a sus tres hijos, Carlos, Elena y Max. En la casa se conserva la parte que correspondió a Max Rodíguez Calvo.

La madre de Rosario Rodríguez, Julia Calvo Paz, al quedar viuda se aferró mucho a la casa y a los muebles porque decidió abrir la elegante residencia para organizar eventos sociales, cuya funcionalidad se mantiene hoy en día.

Rosario, quien habita y administra actualmente la casa, calcula que tiene más de 200 años de antigüedad y comenta que es una parte de la que antes fuera una vivienda más grande unida, en otro tiempo, a la casa contigua.

La primera dueña registrada en documentos resguardados en el Museo Catedralicio habría sido la Marquesa de Tojo. Luego se sabe que fue comprada por Atanasio Urioste quien a su vez se la vendió a Luis Rodríguez Argandoña, uno de los primeros empresarios de Sucre, fundador de la desaparecida fábrica de chocolates Rodríguez, dueño de fincas y accionista de empresas mineras.

Los actuales propietarios son Jorge y Rosario Rodríguez Calvo. En los bajos y hacia la calle está el salón de té “Negro Café” y las oficinas de Ecosi pertenecientes a los dueños.

En alquiler tienen otros dos ambientes destinados a la mantención de la casa, ahora ocupados por una empresa de comunicaciones y una agencia de viajes.

Rosario, quien continúa la tradición de su familia en la gastronomía y atención al cliente, abre las puertas de su casa a eventos especiales y también la habita, junto a su familia. •







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