Hermès se fue de expedición a la selva con unos colores que reflejaron la luz que se filtra a través de la frondosidad y que se ensombrecen bajo la maleza.
Los estampados vegetales dieron entidad a prendas holgadas que se ajustaban a la cintura, el cocodrilo forró faldas por debajo de la rodilla y la fantasía dibujó sus impresiones sobre las partes de arriba.
El director artístico, Christophe Lemaire, puso a prueba la elasticidad de los azules y los verdes y caminó sobre los tonos tierra.
La Semana de la Moda de París puso el miércoles punto final a nueve días, marcados por el último desfile de Marc Jacobs para Louis Vuitton y las espectaculares presentaciones de Chanel, en una galería de arte contemporáneo, y de Dior, en un fastuoso jardín.
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