Brillosas. Las calzas con brillos, engomadas y las de textura más bien gruesa son ideales para destacar las caderas y las piernas. Estas características tienden a agrandar visualmente la parte del cuerpo que cubren, por lo que se debe tener en cuenta si está a gusto con llevar todas las miradas a esta zona y si sirve según el tipo de cuerpo. “Por ejemplo, si es más ancha en los hombros y de caderas angostas, esta combinación será muy sentadora; mientras que, para el caso contrario, convendrá que las calzas no sean tan llamativas. Lo ideal es combinarlas con una prenda superior que no tenga brillos ni sea demasiado impactante, para no quitarle protagonismo a las leggings.
Estampados. El estampado en todo tipo de ropa llegó para quedarse. Sin embargo, hay que considerar que esta llama la atención y tiende a dar protagonismo a esta parte del cuerpo por lo que, nuevamente, hay que tener en cuenta qué tipo de cuerpo se tiene. Además, el tamaño de la estampa deberá ser acorde a la contextura del cuerpo. “Por ejemplo, si medimos hasta 1,60 metros, la calza debería tener un estampado pequeño; si la altura es entre 1,61 y 1,70 metros, el estampado mediano es ideal; y si superamos esa altura, un estampado grande será la mejor opción”, resaltó la experta.
Combinaciones múltiples. Pueden ir acompañadas de minifaldas, shorts, vestidos cortos y remeras largas. Si se acompañan de prendas superiores más largas, se recomienda que estas terminen como máximo a mitad del muslo y no más allá de esta zona porque el efecto visual que tendrá es el de acortar demasiado las prendas y alargar el torso, por lo que no contribuye a una imagen equilibrada. También se debe considerar que las calzas son de distinto largo, las que más estilizan la zona de las piernas son las más largas. Podemos complementarlas con sandalias, botines y con tacos, de acuerdo a la ocasión y el momento del día.
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