Camila Ribera: “No uso mis habilidades como arma”

Tiene hablar pausado, sereno y mucho 'jane' para ofrecer. Está en la promo del colegio San Lorenzo, desde sus 15 años trabaja como voluntaria en la ONG Amor y Esperanza de la iglesia copta ortodoxa y fue invitada a Nueva York para recibir un reconocimiento por su labor en pro de los necesitados.

Camila Ribera Roca solo tiene 17 años, y ya puede decir que su vida está resultando bastante productiva. También heredó la belleza de su madre, Andrea Roca, que en 1998 ostentó los títulos Miss Fotogénica, Reina de la Tradición y Virreina Miss Pacífico Sur.

Esa herencia, a la que agrega su pasión por las fotos, es la que está encendiendo en Camila el deseo de convertirse en modelo publicitaria. Incluso ya recibió la invitación de Pablo Manzoni para ser parte del Bolivia Moda, pero su ritmo académico la mantiene ocupada.

Hace unos días disfrutó su primera sesión de fotos en Las lomas de arena y en otros exteriores, donde vio desafiada su versatilidad para posar, y el resultado le da nota de aprobación.

Ama la fotografía, tanto detrás como frente al lente, pero solo como pasatiempo. La chica dulce y serena aspira a inyectarse adrenalina de vez en cuando, con ganas de saltar en paracaídas y de ver el mundo, fruto de los genes de su papá, Juan Pablo Ribera.

Tiene mucho a su favor, como la oratoria; sin embargo, ella tiene una visión interesante: “No uso mis habilidades como arma”, dice que son para servir
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