Cubiertas hasta el cuello

Una de las cosas que disfruto en el invierno es entibiar el cuerpo, especialmente cuello y hombros con una cálida bufanda, chal o cuello. No importa cuán gruesa o delgada sea su textura, definitivamente esta prenda marca la diferencia, te abriga y le da a tu look una apariencia totalmente diferente.

En anteriores artículos compartimos con ustedes sobre los colores oscuros del invierno y la posibilidad de llenarlos de energía con chales, cuellos y bufandas; estos últimos podrían ser de colores intensos, aunque si son oscuros, de igual modo podríamos jugar con sus texturas (lisas, gravadas, de punto, estampadas), así como con los materiales que podrán ser lanas, sedas, gasas, etc., dependiendo del clima y la ocasión en que los llevaremos.

Si nuestra elección es más bien elegante, un chal en gasa o seda bien combinado, será una excelente opción para complementar el atuendo. Si lo que deseamos es más calor, busquemos texturas abrigadas como lanillas o tejidos de punto, que también en cuellos son una excelente opción. Una de las consideraciones importantes es que si tenemos mucho busto y cuello corto, lo ideal será utilizar chales de dimensiones menos gruesas y anchas.

Así mismo, el estampado y los colores de nuestros chales reflejan, como todo en el vestuario, nuestra personalidad, edad y actitud frente a la vida. ¿Cuál eliges?

MONIKA ALTAMODA

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