Como ya lo hemos mencionado en anteriores columnas, la moda siempre es cíclica. Con una periodicidad más o menos regular, determinadas características que inspiran las colecciones, siempre retornan con un aderezo especial en cada temporada, pintándola con ese matiz de actualidad que le dan los toques únicos y las diferentes fibras contemporáneas como la lycra, los detalles metálicos o la fluidez de los nuevos tejidos.
Esta vez, es el turno de la moda inspirada en la indumentaria y parafernalia militar; predominan por tanto, los colores y cortes de los uniformados, las hebillas, los botones y los remaches. No debemos considerar literalmente el concepto, sino solo su esencia, creando algo totalmente sofisticado, elegante o simplemente urbano y casual.
Para lograr este look, es importante no saturar los elementos y combinarlos con un toque de color, de negro e incluso blanco. "Compensar" el acento masculino con unos estiletos de color o unos accesorios muy chic nos ayudarán a conservar la esencia femenina vistiendo con la moda militar.
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