El problema más evidente radica en cómo las usamos. Al parecer hemos olvidado que las calzas en realidad no son pantalones y que se asemejan más a un par de medias-calzón, por tanto si las llevamos con una prenda corta, luciremos de un modo semejante a como nos vemos en ropa interior…. ¿Revelador verdad?
Las chicas más jóvenes y de mejor anatomía podrán lucir bien, aunque no apropiadamente, si acompañan sus calzas con prendas cortas, ropa interior apretada o las calzas están muy sueltas. Si tu silueta no es precisamente perfecta o pasaste los 25, siempre será preferible el uso de leggins con prendas más largas que cubran las caderas y el abdomen y no describan tu anatomía de un modo vulgar.
Para un uso acertado de esta prenda recordaremos la regla de oro: calzas oscuras y de color entero estilizan, calzas estampadas añaden volumen a las piernas, en tanto que las de color claro jamás deben llegar a ser transparentes ni muy semejantes a la piel si no queremos dar el efecto de desnudez. Las de cuero lucen geniales y le dan un toque chic a nuestro atuendo.
Diremos un sí rotundo al uso de las calzas, sin olvidarnos de observar nuestra silueta, cómo las usaremos, en qué ocasiones y con qué las llevamos para vernos lindas y con buen gusto
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