"Siempre me gustó mucho el diseño, la moda y el entretenimiento”, asegura, al recordar que en colegio era perfeccionista con los trabajos manuales, las tarjetas que regalaba a sus amigas e incluso con la clasificación de su ropa, separada, hasta hoy, por colores, estilos y temporada.
Incursionó en el campo del modelaje a sus 17 años, plasmando su imagen en portadas de diferentes revistas y periódicos de su natal Cochabamba, y modelando prendas confeccionadas por reconocidos diseñadores en Bolivia.
Si bien este trabajo le permitió generar sus propios ingresos para cubrir gastos personales, tal como le habían instruido sus padres, dos años después, por necesidad, abrió su propia empresa de publicidad y marketing, SONNE Imagen & Producción.
"No fue fácil empezar mi propia empresa y estudiar tiempo completo en la universidad la carrera de Ingeniería Comercial”, afirma Vanessa, quien para cumplir con todas sus obligaciones dormía tres horas al día y "vivía enferma, estresada y muy cansada”.
Aquel esfuerzo, no obstante, pronto dio frutos al realizar campañas publicitarias para reconocidas marcas como Pepsi, Toyota, Nestle, Truper, Oriental y Petrobras, entre otras.
Al terminar su carrera y cuando su empresa empezaba a emprender vuelo, el amor tocó a su puerta de la forma menos pensada.
Un encuentro casual con Mauricio Lino, un boliviano americano, veterano de la guerra de Iraq, que vivía en Estados Unidos por más de nueve años, cambió el destino de Vanessa, quien hasta entonces no tenía planes de vivir en otro país.
"Él estaba en Bolivia de vacaciones visitando a su familia, en ese tiempo nos enamoramos, a los seis meses nos comprometimos, pasamos otros seis meses organizando la boda, nos casamos y finalmente me mude con él a Estados Unidos”, relata.
Pasaron siete años intensos desde aquel viaje sin retorno a Los Ángeles, California, donde tuvo que "empezar de cero”, pero con el empuje y determinación que le caracteriza, de a poco se abrió espacio en nuevos territorios artísticos.
Meses después de su llegada comenzó a estudiar actuación en la escuela The Acting Corps, de Hollywood, que le permitió formar parte de un trío de cantantes denominado I-Trilogy, con el que escribió y grabó canciones en español, inglés y portugués.
En 2010, finalmente debutó como actriz y obtuvo papeles principales en videos musicales, programas de televisión y películas, como en el videoclip Hey Daddy’s home del cantante internacional Usher, y su actuación junto al famoso actor Jack Black, en la serie de televisión I-Carly, de Nickelodeon.
Sin lugar al descanso, Vanessa retomó su actividad en los negocios con su compañía SONNE Global, pero esta vez en el campo audiovisual, con la producción de películas y grabación de canciones.
Y, por si fuera poco el peso que llevaba sobre sus hombros, volvió a incursionar en el modelaje, participando en The LA Fashion Week, el evento más importante de la industria de la moda en Los Ángeles.
Incansable en sus ideas y emprendimientos, la joven cochabambina creo a finales de 2013 la primera y única línea de ropa de mujeres licenciada por la FIFA para la Copa Mundial Brasil 2014.
"La FIFA sólo producía las mismas camisetas unisex y no existía una línea de ropa dedicada a las mujeres, con diseños más tallados al cuerpo. Me basé en diferentes estadísticas y la creciente demanda de fanáticas del fútbol, desarrollé el plan de negocios y luego lo puse a consideración de los ejecutivos de la FIFA”, afirma.
Toda la línea cuenta con 27 colecciones, cada una consta de vestidos, blusas, pantalones y faldas que vienen con las etiquetas y logos oficiales del Mundial.
Con el éxito de esta colección, realizó una nueva denominada Wonders of the World (Maravillas del mundo), conformada por vestidos cortos y largos, que fue presentada recientemente en el Ecuador Fashion Week.
"Ahora estoy diseñando el catálogo de esta colección, con nuevos modelos para otoño e invierno, para luego ofertarlos a las cadenas de tiendas de Estados Unidos”, agrega.
A futuro piensa continuar en el camino de la creación de líneas de ropa y productos para marcas establecidas y marcas propias, en las que pueda manifestar su talento y creatividad.
Aunque su familia en Bolivia y en Estados Unidos muchas veces considera que todo lo que se propone es una locura, siempre están presentes para apoyarla y darle un empujón cuando se siente decaída.
Pues, como ella misma afirma: "Si bien he logrado muchos objetivos, sabiendo que con esfuerzo y dedicación todo lo que uno se plantea puede lograrlo, pienso que todavía me falta un largo camino por recorrer y por aprender”.
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