martes, 19 de septiembre de 2017

FUSIÓN DE ALTA COSTURA Y FOLCLORE BOLIVIANO Diseños de Mónica Siles



Los trajes típicos del folclore boliviano, que es considerado como parte del patrimonio de la humanidad, brillan en diversos países del mundo; sin ir tan lejos, hace poco destacaron en la Entrada de Ch’utillos y ayer nomás, en la Entrada de la Virgen de Guadalupe. Pero, ¿qué pasa con la estilización de estas piezas y con sus atributos particulares, que no se deben perder ni tocar?

Al respecto, la diseñadora Mónica Siles Toro, chuquisaqueña radicada en Oruro, dice que lo importante es ser sensibles ante la esencia de los trajes para mantenerlos, porque todos tienen un origen, una historia, una explicación y elementos que relatan eventos o tradiciones.

“Si esos elementos se eliminan o desvirtúan, el traje pierde su esencia y deja de ser aquello que→ →en principio quiso ser”, precisa ella, entrevistada por ECOS, al momento de presentar una rica muestra de su talento para las páginas de PRÊT-À-PORTER.

Desde su perspectiva de admiradora del folclore y diseñadora de modas, reconoce el vínculo directo con el campo de la moda donde se puede estilizar de alguna manera sin negar las tendencias, lo que por ejemplo se ve en las transparencias o mangas pegadas, incluyendo elementos de modernidad y al mismo tiempo respetando la esencia.

Estilización: una línea fina

Estilizar... ¿dónde empieza la distorsión? Para Mónica Siles, la línea es muy fina. Dice que es como comparar lo sensual con lo vulgar, donde la línea es en realidad estrecha. “Cuando hay estilización se va a distinguir la esencia, pero en el momento en que se distorsiona ya no se la va a encontrar y se perderá lo más importante”, agrega.

Cada uno de los trajes presentados en ECOS corresponde al ingreso de la peregrinación, en las diferentes festividades culturales y religiosas. Es diferente cuando se trabajam trajes estilizados y de pasarela, que están inspirados en las especialidades del Carnaval.

El sentido de los trajes

Entre los trajes más grandes está el de Toba, una propuesta en rojo, amarillo y verde de esta danza de los guerreros del chaco oriental boliviano. Fusiona dos técnicas al trabajar con flores disecadas como con elementos reciclados y con un tejido exquisito en el pecho, el pollerín, cuellera y puñera con la técnica de macramé.

Al arcángel Miguel esta vez se le otorgaron los colores del rojo y el dorado, además del inusual —para un ángel— rojo, que significa amor, pasión, en este caso, hacia la Virgen y hacia Dios.

Se trata de un traje muy elaborado desde las alas y el casco, incorporando elementos religiosos como la cruz, el cáliz, la flor de lis, el corazón de Jesús.

La figura de la morenada, también llamada China Supay, lleva una vestimenta azul pastel y otra amarillo con morado. En el traje azul neón se ve una clara fusión del folclore con la moda, elementos como el delicado detalle de transparencia y el bordado en cuello y puñeras, acorde a un criterio femenino y moderno en cuanto a la moda, según explica Siles.

En cambio en el de figura amarillo con morado se aprecian los elementos folklóricos incorporados. En el sombrero incluso aparecen animales que tienen connotación en la cultura como las serpientes, lagartos o cóndores. En conjunto, el traje ofrece un relato, una historia al espectador.

Muy diferente es el traje de la Llamerada, en tonos hueso y tierra. Ha sido trabajado con bayeta de la tierra, hilado y tejido a mano, respetando la paleta original de colores.

Un favorito de la juventud es el baile de los caporales, inspirado en la saya afroboliviana. Los colores neón, las mangas abultadas, una explosión de bordados, transparencias y mucha pedrería con abalorios entre serpientes elaboradas en hilo de Milán.

Las dos China Supays, compañeras del diablo, son presentadas en una combinación clásica pero inusual para estos personajes: en blanco y negro. Tiene plata finamente bordada e hilo de Milán, además de repujados en metal también presentes en el traje del diablo. La careta con los cuernos ha sido estilizada con una influencia de la moda.

La chola antigua y elegante o Miski chola, dependiendo de la región, está inspirada en el vestuario de las españolas. Sobria y elegante, con una blusa verde esmeralda, la pollera tiene un color arena. Se mantiene el botín, el sombrero borsalino, incluso la bolsita, la joyería, accesorios y la manta. •






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