En capas. Desde la perfumería First indicaron que la clave es perfumarse en capas. “Esto incluye iniciar la rutina desde la ducha, cuando se aplica el gel de baño, luego la crema de cuerpo y por último el perfume”.
Humectación. En Fragance remarcaron que el mejor momento para ponerte perfume es justo después de bañarse, “cuando el vapor ha abierto los poros, seguido de aplicarte crema humectante. Entre más hidratada esté la piel, más tiempo durará tu perfume. De ahí que se es más sensibles a las fragancias en el calor del verano”.
En la ropa. “Una manera de hacer que el perfume dure más tiempo es rociarlo en tu blusa, abrigo o en tu chamarra de piel”, comentó David Frossard, director creativo de Frapin y co-fundador de Liquides Imaginaries. Pero aplicarlo directamente sobre la piel, es lo que le dará el elemento especial a la fragancia.
Los aceitosos duran. ”Los que están compuestos por aceite son, definitivamente, los que más duran porque penetran la piel y son menos volátiles, aunque la sutilidad de la fragancia no será la misma que la de un perfume hecho a base de agua (eau de parfum)”, aclaró Frossard.
Fragancias fuertes. No significa que se tenga que cambiar de perfume, pero la próxima vez que busque uno, revise los que mezclen notas de madera o más fuertes. Frossard aconsejó aquellos que tienen olores a cedro, oyamel o clavo.
No solo es cuello. Además de las muñecas y el cuello, rocíe los tobillos y detrás de las rodillas. “De esta manera, la fragancia subirá por el flujo sanguíneo y se esparcirá por todo el cuerpo”, apuntaron en Fragance.
Prohibido frotar. Más si se trata de la zona de las muñecas, puesto que esto genera fricción, que inhibe la esencia del perfume, opacándolo.
Cuídelo. Los perfumes distorsionan su olor cuando son expuestos a la luz y calor o frío extremo, o sea que el baño o refrigerador no son buenos espacios para almacenarlo. El lugar ideal puede ser el armario.
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