Por otro lado, Érika Weise, Érika Suárez, Ingrid Hölters e Irene Pessoa, entre otras talentosas diseñadoras, demostraron con sus creaciones lo creativo y elegante que pueden ser las propuestas de moda bolivianas.
Así pues, en el evento se vio de todo y para todos, pero con la sofisticación en alto. La pasarela se trasladó a coloridos jardines, a cuento de hadas, a las principales capitales de moda y otros países. Se respiró también aires de libertad, romanticismo y audacia.
Todo ello gracias a las colecciones de talentosos profesionales que regalaron a la ciudad una especial noche de moda. Las magníficas de Pablo Manzoni escoltaron el viaje a todos estos escenarios.
El desfile arrancó a las 10 de la noche y duró un poco más de dos horas. Aproximadamente 650 personas se dieron cita en el Gran Hotel Cochabamba.
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