Inés Sattori cohabita entre la moda y el arte

Con unos ojos hipnotizantemente verdes, Inés Sattori Rodríguez, de 21 años, estudia Márquetin y Publicidad en la Utepsa, pero esta castaña no quiere parar sus estudios ahí: por las noches pasa cursos de Diseño Gráfico, pues quiere retomar el año siguiente esta carrera en la Upsa y cursar las dos paralelamente, siempre y cuando no viaje a Miami por un año para perfeccionar su inglés.

Artista innata, le apasiona la pintura, inclinándose por el abstracto. Si bien lo hace por hobby, le gustaría tener su propia exposición algún día. El arte es su escapatoria para dejar volar su imaginación; no solo crea en los cuadros, sino también en la indumentaria. Confiesa que la mayor parte de su clóset tiene diseños propios. “Me encanta deshacer y rehacer mis prendas, me gusta la idea de crear cosas hermosas y originales, de cosas simples”, dice esta fanática de The Killers.

Apasionada por el arte y la moda, entre sus planes más cercanos está abrir su propia empresa de diseño gráfico y empezar una colección de lencería inspirada en los años 60, además de una línea de bisutería indie y vintage.

Inés incursionó en el modelaje recién, siendo la imagen de Mam peluquería. No ha tenido muchos trabajos, pero quiere dedicarse más a esta carrera. Asegura que no se correría de entrar en las pasarelas.
Su fórmula antiestrés es el deporte; asegura de que es ley ir al gimnasio todos los días, es su momento de relax.

Con pequeños tatuajes en ambas muñecas, esta joven mujer heredó la belleza de su madre, María Inés Rodríguez, quien fue seleccionada entre Los más bellos de Santa Cruz, elegidos por EL DEBER el año pasado. Quién sabe si este año no figura ella en la lista, con sus carnosos y rojos labios