Define su estilo como la “ropa para ser feliz”, o al menos así se lo dicen sus seguidores y clientes a la diseñadora de modas española Ágatha Ruiz de la Prada, sobre las propuestas que ella sube a las pasarelas del mundo, cargada de colores, diseños excéntricos y formas geométricas que transportan el espíritu a un punto tan elevado que contagia a cualquiera la emoción de estar luciendo sus prendas.
Está en Bolivia, específicamente en Cochabamba, para participar del Bolivia Fashion Week (BFW). Su presentación será mañana y se quedará hasta el sábado en el país.
Cuando vino la última vez al país (2012) le gustó mucho el atuendo que utilizan las cholitas. ¿Trabajó con algo de este estilo?
Una de las maravillas de este Fashion Week es que hay una cholita que es espectacular, Eliana Paco, que vino ayer (lunes) a enseñar su ropa. Me quedé maravillada, es lo máximo de las cholitas, es todo bonito, bien hecho y de muchísima calidad.
Me he hecho muy amiga de ella, porque tengo ganas de enseñar su trabajo en Europa, ya que es extraordinariamente hermoso y fino. Sí, lo cholito es bonito.
¿Cómo fue el encuentro con Eliana?
Yo me le acerqué en cuanto la vi, fui corriendo, es que me encanta la ropa y lo suyo es muy lindo. Ella diseña y fabrica y estaba con su madre. Es ropa de mucho lujo, unos chales impresionantes, las faldas llenas de bordado y las enaguas increíbles. Además, ella estaba vestida con ese estilo, al igual que su madre y sus ayudantes. Llevaba puesto su sombrerito (borsalino) que no se le movió durante siete horas que la vi.
Le preguntaba a las bolivianas que estaban por aquí si tenían trajes así, algunas sí pero muy pocas, la gente siente un poco de vergüenza o una visión equivocada de la cholita cuando son trajes maravillosos, con una historia increíble y, además, son súper favorecedores.
¿Qué trae Ágatha para este Fashion Week?
He traído una colección muy fácil y ponible, y eso que soy de las personas que se pueden vestir con todo tipo de prendas. He realizado colecciones de ropa que no son para todas las ocasiones, pero esta producción sí.
¿Qué más hará en Bolivia?
Me gustaría hacer un taller con los estudiantes de diseño y un montón de cosas más. Este es mi primer viaje internacional con mi hijo (Tristán), que lleva recién cuatro meses y medio trabajando conmigo como director general y él está entusiasmado con los trajes de cholita.
¿Cómo ha visto la moda en Bolivia?
Lo más importante, con mucha ilusión y ganas. Tenemos que apoyarnos, por eso digo que me inviten a todo el mundo, pero es muy importante que la gente no tenga vergüenza, que no piense que estas son cosas solo para profesionales y que toda la gente de Cochabamba participe en esto.
¿Cuáles son las tendencias en el mundo?
Hay una tendencia enorme a la comodidad, que es muy importante. Antes las mujeres se iban con sus tacones a trabajar, no quita que una noche te los pongas, porque son siempre elegantes, pero en el día a día hay que ir cómodos.
La mujer tiene que trabajar y para hacerlo hay que estar cómoda, pero bonita. Es una tendencia imparable, hasta en los zapatos, hay una evolución a lo deportivo con grandes diseñadores.
Aquí en Latinoamérica, en general, hay muchas mujeres que andan en coche, ¡no caminan nada!, al menos en Puerto Rico, que es lo que más conozco, se anda poquísimo y no hay mejor ejercicio que caminar.
¿El negro sigue siendo infalible?
Yo soy enemiga del negro, solo lo uso para los funerales, porque la alegría de la vida lo transmiten los colores.
¿Cómo es una mujer a la moda?
Ya ha pasado de moda el usar cosas carísimas. La gente agradece que vayas con ropa bonita, cómoda y que no sea extraordinariamente cara.
¿Cómo puede aportar Bolivia al mundo de la moda?
El país tiene esto de las cholitas que es tan hermoso y elegante, además que se trabaja con muchas telas. Lo bonito es intentar adaptar la moda, pero sin olvidar el estilo tradicional que Bolivia lo tiene, es decir, meter un poco de lo boliviano dentro de la moda normal
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