La estética vanguardista del director creativo Nicolas Ghesquière, de la casa francesa Louis Vuitton, brilló en Japón, donde fue presentada la colección Crucero 2018.
Ghesquière rindió tributo al diseñador y artista japonés Kansai Yamamoto, quien fue el primer japonés en trascender en París y el responsable de reinventar el kimono.
EL LUGAR
El Museo de Miho, en la ciudad de Kioto, construido en una montaña que forma parte de una reserva natural, de la ciudad de Shigaraki, fue el marco ideal para mostrar prendas con aires futuristas.
ESTAMPAS, SAMURÁIS, BRILLOS Y ANIMAL PRINT
Los complementos, como las carteras pequeñas decorados con máscaras Kabuki, los detalles minimalistas de los tapados de piel o los colores (como el naranja o el verde en su tono más chillón) avivaron el desfile. Los samuráis y las artes marciales fueron fuente de inspiración.
SHORTS, MINIS, MIDI Y MAXILARGOS
En cuanto al largo de las prendas, los hay para todos los gustos. Los que van casi hasta el piso, el midi y los muy cortos, que se combinan con botas que suben un poco más allá de los tobillos.
GORRAS, PRESENTES
Las gorras que obsesionan a los adolescentes luego de que la casa francesa colaborara con la marca para skaters “Supreme”, volvieron a estar presentes en la pasarela.
KABUKIS Y GEISHAS
El maquillaje elegido transformó a las modelos en kabukis. A diferencia del teatro Nôh, donde los actores se proveen de máscaras como elementos de expresión, en el teatro Kabuki es el maquillaje el que cumple esta función. Al igual que se vio hace unos días en la colección de Chanel, sobresalió el eyeliner aunque -en este caso- fue acompañado de cejas delineadas propias de las geishas.
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