Lucía Campero es gerente General de Mistura, la exclusiva “concept store” (tienda concepto), recientemente inaugurada en nuestra ciudad, cuya ubicación se encuentra cerca del Mercado de las Brujas, más conocido como The Witches’ Market, calle Sagárnaga a unos pasos de la avenida Mariscal Santa Cruz.
La joven ejecutiva, quien de manera excepcional accedió a modelar la variedad de prendas exclusivas de Mistura para la revista Femenina, contó que el proyecto nació a partir de la visión de su madre Tanaz Campero, quien ha estado manejando una galería de arte con su abuelita, por 30 años, Claudia Hinojosa y Martína Taborga, ambas diseñadoras, “Claudia tiene su joyería hace más de 20 años, Martina ha estudiado diseño en Italia, y yo que he estudiado Administración de Empresas”.
Dos madres y dos hijas, con diferentes capacidades en diseño, administración, estudios de retail y mercadeo, que al combinar sus cualidades dieron lugar a una sinergia muy especial y adecuada para el manejo de Mistura.
¿DÓNDE HAS ESTUDIADO?
En Estados Unidos y he trabajado allá durante tres años en un Banco de Desarrollo, entonces he tenido la experiencia necesaria.
¿HACE CUÁNTO TIEMPO VIVES EN LA PAZ?
Desde mayo de 2013.
¿CÓMO FUE QUE TE ANIMASTE A VOLVER AL PAÍS?
He estado cuatro años estudiando y tres años y medio trabajando, en total siete años y medio, además tenía la oportunidad de quedarme dos años más en el Banco, pero pensé: si me quedo diez años en Estados Unidos, no vuelvo más a Bolivia, entonces dije que ahora es cuando, además tenía ganas de volver al país, porque mi papá siempre nos ha inculcado que acá hay mucho por hacer, él es un empresario, ha hecho cosas súper interesantes, tiene un par de empresas. Nosotros (mi familia) hemos visto los resultados positivos de su trabajo. Él nos dice que tenemos que volver a Bolivia, porque hay muchas oportunidades y nosotros también hemos visto los resultados positivos.
¿CÓMO SURGIÓ EL PROYECTO DE CREAR MISTURA?
Fue a comienzos del 2013 cuando Claudia nos comentó la idea de que había tantísimo potencial en Bolivia, pero no hay un solo lugar donde uno pueda encontrar todas esas cosas que se ven ahora.
En abril más o menos este local se habilitó ya que habíamos estado detrás de un lugar así hace cuatro meses, al tiro lo alquilamos y estuvimos restaurándolo y diseñándolo desde abril hasta septiembre, o sea cinco meses de hacer las refacciones del local para que quede así como está ahora y en septiembre lo inauguramos.
Contábamos con 20 proveedores, entre diseñadores y empresarios, todos bolivianos, entonces todo lo que presentamos en la tienda es de producción nacional, por ejemplo tenemos la marca Artezzano, de Iván Saba y Patricia Rodríguez, ellos confeccionan abrigos de alpaca y no tienen tienda en La Paz, confeccionan las prendas en su taller, sólo para los clientes que llegan hasta allí. Entonces no tienen una tienda dónde vender sus productos. Luego está Orígenes que es una marca de ropa de baby alpaca, que también tiene una tienda en el Aeropuerto y exportan los productos, entonces ellos nos traen sus productos acá, ya que siempre están siguiendo el tren de la moda; luego tenemos cosas más sencillas como cosméticos.
¿CON QUÉ MATERIALES ESTÁN CONFECCIONADAS LAS PRENDAS?
Sobre todo alpaca, baby alpaca, alpaca suri, también tenemos ropa más casual como poleras con diseños bolivianos, por ejemplo con el diseño de un micro típico boliviano. La tienda tiene como target al turista, el 90% de gente que visita la tienda es del exterior, de todas partes del mundo, como Europa, Australia, Asia, etc.
¿CÓMO EVALÚAS LA ACEPTACIÓN DE LOS CLIENTES EN LOS CUATRO MESES?
Realmente el movimiento es muy bueno, está mejor de lo que proyectamos en un comienzo, entra un montón de gente y compra. Cada vez estamos con más variedad de productos, con más diseñadores bolivianos interesados en exponer sus productos acá.
Entonces estamos aprovechando mucho.
¿SE CONSIDERA ESTE LUGAR UN CENTRO DE EXPOSICIÓN?
Es que no es una tienda o galería, es una tienda concepto, es decir un ´concept store´ de las que hay muchísimas en Estados Unidos, donde el cliente no sólo entra a comprar, sino también a tener una experiencia. Por ejemplo en una esquina tenemos el área gourmet de la tienda y ahí vendemos productos nacionales y, además realizamos degustación de vinos, servimos piqueos, todo de origen boliviano, complementado con música bonita. Es decir que se experimenta con los cinco sentidos: la vista, a través del exquisito diseño de la tienda; el tacto, con la calidad de los productos; el olfato y el gusto, a través de los aromas y sabores que ofrece el espacio gourmet, y el oído, a través de la música.
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