miércoles, 29 de enero de 2014

Las diseñadoras Valeria Wilde y Carola Valdivia reutilizan prendas de la Feria 16 de Julio con un estilo único y audaz.

En las manos de Valeria Wilde y Carola Valdivia prendas de segunda mano que pueden parecer pasadas de moda se convierten en piezas únicas, originales y vanguardistas, además de incentivar el consumo responsable y el fundamental cuidado del medio ambiente.
Apasionadas por el buen vestir y una moda consciente, estas diseñadoras bolivianas crearon la marca ZEF, con la que quieren impulsar un movimiento artístico y responsable que utiliza ropa usada para darle un toque moderno y personal.
"Queremos fomentar el consumo consciente y mostrar que se puede tener un estilo de vida amigable con el medio ambiente. Además, es una forma de quitar ese miedo por vestir ropa usada y abrir sus mentes a nuevas propuestas”, explica Carola Valdivia.
Bajo esa misma línea escogieron el nombre de la marca, un término sudafricano que surgió en la década de los 70 y que hace referencia a tener un estilo propio y sentirse orgulloso de ello; tener una buena actitud y ser genuino. Y es eso, justamente, lo que quieren transmitir en cada prenda.
Elaborarlas es cuestión de imaginación e ingenio.
Basta tener una prenda entre las manos para que su mente se llene de ideas para reacondicionarla. "Nos enfocamos en la tela y vemos todo el potencial que tiene. Si cumple nuestras expectativas, la llevamos sin pensarlo dos veces”, asegura Wilde.
Una vez definido el diseño, asignan la tarea de confección gruesa a otros artesanos, pero luego se encargan de coser y plasmar algunos detalles a mano.
En todo este proceso, sin duda, lo más difícil es el diseño. De acuerdo con el tipo de ropa, pueden demorar entre dos días y dos meses para tenerlo listo, pensando siempre en que sea funcional, poco convencional y que marque una tendencia.
La primera colección de 80 piezas, presentada en diciembre en el Espacio Creativo IMA, fue elaborada únicamente con prendas de la Feria 16 de Julio de El Alto.
A partir de esta primera experiencia analizan lanzar la segunda colección en mayo, pero esta vez con ropa donada. La idea es que sea un movimiento cíclico que les permita recibir prendas para plasmar sus diseños y, a la vez, por cada una que vendan otra será destinada a personas de condiciones desfavorables.
"Es una forma de devolver lo que estamos recibiendo de otros, de eso se trata”, expresa Valdivia, quien anticipa que las donaciones llegarán a hogares de niños y asilos de manera rotativa.
Trabajar con este enfoque ecológico y social les permitió ver que hay mucha gente que valora el trabajo que realizan y que, además, está dispuesta a apoyar este tipo de emprendimientos promoviendo propuestas alternativas y exclusivas en cuanto al diseño.
En los meses previos al lanzamiento de la marca, las diseñadoras contaron con el respaldo de otros artistas que se sumaron a esta causa.
Entre ellos, Marco Tóxico, que con sus ilustraciones intervino las fotografías de las modelos, que fueron tomadas por Gumo Fotografía, para otorgar un toque original.
El día del evento no fue la excepción, pues tuvieron la participación de disc jockeys como Lecter, Marco Cuba, Del Pozo y Metzanima, y el apoyo de la empresa de catering Red Monkey, especialista en comida orgánica y vegana, que prestó sus servicios de manera desinteresada.
"Nos dimos cuenta de que la gente está dispuesta a trabajar en este cambio y que apoya este tipo de iniciativas. Ver la aceptación de nuestros diseños y saber que con esto aportamos un grano de arena a una buena causa nos llena de satisfacción”, expresa Wilde sin disimular la sonrisa en su rostro.

Con estos incentivos palpables ya sueñan con su próxima colección que, sin duda alguna, será tan dinámica e impredecible como la primera, y tendrá la misma intención de hacer que más personas se unan a este movimiento y puedan sentirse ZEF, en todo el sentido de la palabra.

Punto de vista
María Teresa Torres Diseñadora de moda
"Una propuesta interesante”
ZEF es una propuesta súper interesante que cumple las características de ser une empresa ecológica, por tener una línea reciclable; pero también ética por su línea de labor social.
Me encanta la iniciativa que tienen de recibir ropa para reutilizarla y también de dar.
Creo que lo importante es saber cómo trabajan con las prendas, bajo qué parámetros escogen los materiales y cuál es su precio con relación al costo, para que sea un comercio justo. Pero en general me parece una gran iniciativa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario