domingo, 27 de octubre de 2013

Modelo brasileña Bolivia la sube a la pasarela

Era una niña cuando llegó a Bolivia y todo le parecía nuevo. Fue creciendo y se dio cuenta de que este país se había interesado en ella para tenerla en los escenarios de la moda.

A temprana edad, el rostro y la figura de Camila Manzano Verri sobresaltaron en un Bolivia Moda y en varios trabajos publicitarios. Ahora, a sus 18 años, aún no cree que se haya convertido en una maniquí e incluso revela que solo tuvo una clase de pasarela con la conocida modelo Claudia Lampe.

Poco a poco adquirió el porte europeo y fue despertando el interés de gente relacionada con la moda en Santa Cruz. Fue imagen de dos tiendas, Papingo/Maminga y Prestige, y en esas dos ocasiones demostró que lo suyo es el modelaje. Sin embargo, todavía no está decidida a encararlo como una carrera y quizás solo lo siga practicando como un gusto aparte, porque desea ser abogada o diseñadora.

No es "new face" de la agencia de Pablo Manzoni, porque no ha firmado ningún contrato, pero su hermana, la magnífica Claudia Manzano, fue su colaboradora más cercana para "sumergirla" en el mundo de los flashes y de la fama.

Nació en Paraná, al sur de Brasil, y trata de estar "conectada" con el grande latinoamericano mediante su cultura. Decidió quedarse en la capital cruceña porque la ve como una tierra de oportunidades, donde puede forjar su futuro. Tiene 1,73 metros de estatura y no se preocupa por ello. "Estoy dentro de los estándares de una modelo", acotó.

No practica ninguna dieta, ni jamás lo haría, y siempre ha sido de constitución delgada. Tampoco afirma que el modelaje le cambió la vida, pero asegura que le ayudó a ver las cosas de una manera diferente. Es dueña de unos ojos color miel que derriten a cualquiera, y de una personalidad especial. Así es ella, una muchacha que, poco a poco, se abre camino en un lugar al que no pertenece, pero que la recibió con los brazos abiertos.

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