lunes, 21 de octubre de 2013

Nataly Edgley se confiesa. Desfilará en el salar.

Cuando era niña trepaba los árboles, jugaba tuja de esconder y se derretía por un pescado o un relleno beniano. Pronto, dejó las calles de Trinidad, para pasear su esbelta figura en concursos fuera del país y comenzó a probar la fama. Ahora, solo volvería a ser pequeña si tendría una varita mágica. Ella es Nataly Edgley Winter (23), una de las divas del fotógrafo Leo Ville, que se alista para vivir una gran aventura en el salar de Uyuni.

Conociéndola. Hija de Remberto Edgley y María Clara Winter. Es la menor de todos sus hermanos: Mats, Tania, Yelly y Nady. Siempre obtenía buenas calificaciones en el colegio y su disciplina la hizo merecedora de un ingreso directo a la universidad estatal de Santa Cruz, donde estudió Auditoría.

"Mi cuaderno 'desfilaba' en el aula. No me molestaba que me digan ñoña", recuerda. Sin embargo, tuvo que pagar el precio. Dejó la capital beniana y todo lo que vivió en la calle 23 de Marzo, a cinco cuadras de la plaza, se esfumó y ahora solo son recuerdos.

Inicios. A sus 16 años viajó a su primer concurso internacional y estaba nerviosa, pero feliz. Allí se dio cuenta de que no quería la medicina, sino el modelaje.

Se trató del Miss Atlántica 2006, en Punta del Este (Uruguay). "Era una niña, tenía miedo de salir a la pasarela y fui al concurso con el permiso de mis padres", recalca.

Sus experiencias. En 2005 participó en el Elite Model Look (2005) y en 2008 estuvo en el Reina de la Caña y en el Miss Ecoturismo, en Quito (Ecuador). Un año antes participó en el Miss Beautiful of the World, en China, y se alzó con la banda de Miss Beautiful South American. Jamás olvidará su recorrido por siete ciudades de ese “grande” asiático y tampoco cuando comió un extraño pacumuto de asno.

Lo que se viene. Es una de las divas (como se llaman las modelos de Leo Ville) de dicho fotógrafo desde hace dos años. Este 2013 fue una de las ocho seleccionadas para mostrar las prendas de un diseñador francés, que participará en el show de Galo Sánchez, en el salar de Uyuni, en noviembre.

Más de ella. Está acostumbrada a los piropos. "A los que me lanzan halagos no les miro feo, les agradezco", señala y bolichea de vez en cuando. "No soy busca amigas, tengo las necesarias y las que necesito", subraya.

Es ejecutiva de Price Water House Cooper y, aunque reconoce que su trabajo absorbe todo su tiempo, no se queja, porque cree que aprende cada día y que muy pronto levantará su propia empresa.

Enamora con el gerente del Soria School, Berthy Suárez, y piensa casarse en 2014. "Soy celosa, pero no de las que mataría por amor", concluye.

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