"Hermanita, te fuiste y ya te extraño mucho. Que Dios te bendiga y que viva Holanda, tu próximo destino", escribió el productor de eventos de belleza y de moda, Pierre Dulanto, en el muro de la diseñadora Adriana Echeverría. El comentario fue suficiente para despertar la curiosidad de sus seguidores.
Resulta que la buena relación cultivada entre la boliviana y el peruano está dando buenos frutos. Ella se ha conseguido un padrino de lujo para sus sueños. Después de participar en varios eventos de moda, el último, el Fashion Week de República Dominicana, Adriana asume un desafío: entregar hasta agosto lo mejor y más fresco de sus diseños, gracias a un trato con el empresario holandés, dueño de un mall en ese país europeo. "Esa persona estuvo presente en el República Dominicana Fashion Week, se interesó por los trajes de Adriana. El primer negocio que haremos es vender vestidos sin marca, Adriana los diseñará y confeccionará, son prendas de alta costura para una marca conocida en Holanda.
Con el tiempo la idea es que Adriana entre con nombre propio", cuenta Pierre, encargado de hacerle todos los contactos, como su agente y manager. Pierre Dulanto estará en Bolivia el 26 de julio para coordinaciones del envío de 20 exclusivos diseños.
Mientras tanto, ninguno de los dos puede dar a conocer la marca por compromisos de confidencialidad. "No puedo decir ni la marca ni la ciudad aún, nuestro contrato exige que no revelemos para quién diseñamos; sin embargo, es un buen comienzo para exportar talento boliviano; en eso consiste el crecimiento de la industria de la moda", argumenta Dulanto.
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