¿Pensaste que hay mujeres y hombres que se ganan la vida modelando lencería? Claro, para hacerlo no alcanza con tener un cuerpo espectacular; también es necesario brillar por el carisma, madurez y autoestima. Giomara, Karina, Claudia, Shirley, Selena y Sandra saben lo que es florecer desde dentro, para lucirse y desfilar con el alma y el corazón, aunque vayan con tan poca ropa.
Dedicarse a esta rama requiere un compromiso de profesionalidad para exponer el cuerpo, evitando la vulgaridad. Trabajar este aspecto depende de la modelo y del contratante, pues la madurez que ella demuestre al momento de presentarse le dará la actitud apropiada para presentar las prendas.
Mientras tanto para las empresas que contratan a la profesional, lo más importante es velar por la integridad de la modelo ante los ojos del público, manejando con cuidado el tipo de ropa que se luce, que no debe ser ni muy transparente, ni demasiado pequeña.
“Nuestro objetivo es mostrar el cuerpo como una vitrina de ropa, ya sea de vestir o lencería, y exponer solo esa premisa”, comenta Sandra, que mantiene una lucha continua por imponer respeto ante las miradas maliciosas.
Un cuerpo bien cuidado
El físico siempre será importante para estas chicas, por eso el mantenerse en buena condición es vital. La figura debe ser armónica y delgada, sin curvas muy acentuadas.
Asimismo, las modelos de lencería deben conservar una piel sana, complementándola con un color bronceado.
Han mantenido la línea desde jóvenes, cuando empezaron a desfilar para marcas y tiendas. Con el paso del tiempo perfeccionaron su técnica
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