Piel que habla
Un árbol de cerezo que cubre todo el lado derecho de su torso fue el primer tatuaje que se realizó desde muy joven. Siguió con un helado de chicle y fresa (sus sabores favoritos) en la pierna derecha. Un pequeño rosón de cinta debajo de su glúteo izquierdo, que le pareció muy sensual, fue el tercero.
Los nueve tatuajes siguientes son de distintos tipos de caramelos que están en sus nudillos y así muestra su fanatismo por el dulce. Más tarde, se estampó un delicado flamenco en su muslo izquierdo, porque para ella las aves "bellas y majestuosas". Tal vez se tatúe otras especies de animales.
El más reciente tatuaje es un mapache en la mano izquierda, que representa a un amigo "que estima mucho". En septiembre se hará una fusión entre un tigre y una máscara de la Diablada, al que bautizará como su 'protector'.
Aunque tiene muchos dibujos que respiran sobre su piel, Valerie confiesa que eso nunca influyeron ni en sus labores cotidianas ni en el trabajo, tampoco le "quitaron seriedad".
Esta semana dictará un diplomado de Gestión de Moda en la Universidad Cumbre. "Seré una docente tatuada y de cabello azul... ¡genial! ¿no?", expresó.
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